lunes, 5 de diciembre de 2011

TODOS LOS DOMINGOS SIN EXCEPCIÓN

La cuchara hacía suaves movimientos circulares hundida en el agua sucia de la taza. El té siempre me ha parecido agua de pantano, o de pozo....agua sucia, vamos.
Por mucho terroncito de azúcar o leche desnatada que le echases en lo alto, eso no tiene buena pinta.
Cuando dejó la cucharilla en la mesa y se llevo la porcelana a la boca me di cuenta de que la Señora Pearl tenía un leve bigotillo bajo la nariz. Y no me explicaba para qué se pintaba los labios si luego se iba a quedar todo en la taza. Al beber, abría las aletas de la nariz como si realmente supiera que estaba tragando agua de alcantarilla edulcorada. Subía el meñique como en las pelis antiguas, con una fina uña rosa asco. Ese es el color; rosa asco. No hay otra forma de describirlo.
-¿Que te ocurre querida?
Me dice la tia. ¡¿Querida?! ¿En serio?
-Nada... tiene un juego de tazas muy bonito.
Me doy asco a mi misma. Aunque no tanto asco como me da la Señora Pearl.

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