viernes, 29 de enero de 2010

El retraso evolutivo de los gatos

Estaba el hilo en su lugar habitual: el costurero de Sam. El gato vino y trató de jugar con él, con la mala suerte de que un extremo se quebró y calló bajo de la mesa. Sam nunca se dió cuenta y la Señora Anneta lo barrió una mañana con su escoba astillada.
Tras este incidente, el hilo se encontró de pronto con el sol, el viento, el olor a comida pasada y las voces de todas las personas.
En la comodidad del taller no se había percatado de que era completamente incapáz de cualquier movimiento autoinducido, y calló en una terrible depresión. Pasó unas horas en este estado de aflicción hasta que se empezó a deshilachar y paró de inmediato. Otro gato malévolo llegó y quiso jugar con el hilo. Esta vez él había aprendido la lección, consiguió estrangular al estúpido felino y se cambió de nombre.
Ahora se llama Phill, y vive en la sombra que se forma debajo de tu ventana cuando se hace de noche. Esta tan oscuro que no puedes darte cuenta de que ya aprendió a moverse sólo...

sábado, 16 de enero de 2010

La bestia

Tumbado en la cama trataba de ignorar los ruidos que venían de la habitación de al lado. El viejo respiraba pesadamente mientras desde el habitáculo contiguo, ella se fumaba el poco aire que quedaba y el ruido era ensordecedor. Se tapó aún más con la manta, pero las pezuñas de la criatura chocaban sin cesar contra la astillada madera de la puerta que los separaba. Aquella presencia era un veneno nocturno que le infectaba con cada latido.

La oscuridad lamía sus ojos y las paredes se lanzaban contra él hasta que le dejaron preso en el espacio de un ataúd ocupado. Se levantó y sin saber cómo, el horror le agarrotó los dedos sobre el pomo de aquella puerta infernal, que se abrió sin su permiso.
Se atrevió a mirarla por fin, y al ver sus dulces ojos azules no pudo contenerse más. Se acercó a la niña alargando los brazos y rompió su precioso y diminuto cuello.



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Este microrelato de "terror" no ha ganado ningún premio xD

domingo, 3 de enero de 2010

Research

Todos empezaron a llamarlo "Conde" a sus espaldas, algo que le irritaba sobremanera. Pobre Bram, los que no le conocían se llevaban una enorme decepción cuando descubrían que no se alimentaba de sangre...exclusivamente.