lunes, 26 de octubre de 2009

Los muebles que no tenían cuerdas vocales

Empezó a hablar porque no había nadie en la casa y el silencio era incómodo. Todos aquellos muebles la miraban y no se atrevían a hablar con ella, no sabía por qué. Empezó por decir lo que pensaba, pero pronto sintió la necesidad de que le hicieran caso, así que se contestaba a sí misma.
- El parqué esta viejo, no paro de clavarme astillas en los pies.
- Deberias ponerte zapatillas por lo menos, querida.
- Ya lo sé, pero es que me aprietan los juanetes...
- El caso es quejarse.
- Ay, déjame en paz.
Y se hizo silencio de nuevo...hasta que volvió a hablar, pero como la señora de las zapatillas estaba enfadada habló un rato con el anciano de las gafas rotas, o el niño del globo de agua....
Pronto su casa se llenó de gente y los muebles ya no parecían tan peligrosos.
Un sabado vinieron los del hospital a llevarsela, sus vecinos se habían estado quejando del ruido. Era difícil mantener tantas conversaciones sin gritar de vez en cuando

domingo, 25 de octubre de 2009

Dios creó también a las piedras de la calle

Trataba de mirar hacia atrás pero el viento le daba de lado y el pelo le tapaba la cara. Era imposible que aún la estuviese siguiendo. Dejó de correr y sólo alcanzaba a oir su propia respiración, el corazón dandole golpes en la cabeza en compases regulares. Una piedra fue suficiente para rozar el suelo con la rodilla y la sangre empezó a pasear pierna abajo.
Estaba perdida.
Él la olería desde la oscuridad y correr ya no serviría de nada.
Esperó sentada en el suelo y cuando notó la segunda respiración miró esos vacíos ojos grises.
Los ojos le miraban desde el otro lado de la calle y se notaba que sonreían.
Estaba perdida.

martes, 13 de octubre de 2009

Un paseo de domingo

Paseaba entre la niebla, sin ver más allá de la punta de sus dedos. No le importaba.
Silvaba para romper el silencio clautrofóbico de su vida, pero no le salía el aire. No le importaba.
Cayó al suelo y sus rodillas se tiñeron de un rojo enfermizo que delataba su verdadera naturaleza. Se limpió con la niebla y el paraje se volvió aterrador. Arboles oscuros que la miraban desde arriba.
Uno de ellos le gritó
-¡¿POR QUÉ LIMPIAS TU TRAICIÓN CON NUESTRO ALIENTO?!
La chica le pegó una patada al tronco y se fué corriendo a su cabaña de los Transformers.

lunes, 5 de octubre de 2009

Vista aérea de un teclado

La uvedoble me esta mirando mal. Esta poniendo esos ojitos achinados que tanto odio. Como si fuera superior a mi. Todos saben que la uvedoble no es una letra de verdad, si no tendría un nombre diferente en lugar de estar echa de dos uves. La uve si que es una letra.
¡Estúpidos pijos de la RAE!